Me encontraba yo saliendo de la ducha, sin hacerle daño a nadie, cuando de pronto una conversación me alteró en exceso como suelen hacerlo este tipo de temas:
Ella: - Hola, cómo estás?
Yo: - Bueno, más o menos, saliendo de una gripecita.
Ella: - Ay yo estuve así también 10 días, por eso no había venido. Pero no fui al médico porque si me hospitalizaban ¿quién iba a cuidar de los niños?. (conste que la mujer trabaja todo el día igual que el esposo)
Yo: - Ah y eso? V. (su esposo) no está?
Ella: - Sí, pero la muchacha no ha ido y mi mamá está cuidando a mi abuela. (Noten la incoherencia de la respuesta)
Yo: -Bueno, entonces que te los cuide V.
Ella: - (Con cara de repugnancia) Eh, uhm, bueno, voy a darme un baño.
Entonces tomé mi celular e inicié una conversación ficticia con mi mamá por teléfono donde le decía que no le cocinara nada a mi bebé, que el papá llegaba a hacerle la sopa, a dársela, a cambiarlo y a acostarlo a dormir (que no es mentira) porque yo iba a salir.
Espero que se haya terminado de retorcer en la ducha.
viernes, 10 de agosto de 2007
Todas son iguales
Es verdad, todas son iguales. Todas mis amigas y conocidas tarde o temprano caen en el mismo patrón. Cuando están solas son bastante "alocadas" y es divertido salir con ellas. Pero una vez que consiguen una relación medianamente estable, se convierten en una especie de esposa-cachifa-madre-siamesa que no puede ni siquiera pensar por sí misma. Ni pensar salir a alguna parte sin su media cebolla.
En cambio ellos, siempre tienen tiempo y disposición para sus amigos (lo cual no critico, al contrario)y empieza entonces el conflicto. Entonces ella dice que ya no sale con sus amigas, y que todo su tiempo es para él, que él no valora nada de lo que ella hace por él... pero ¿acaso él se lo pidió????? No!!!!!!!!!!!!!!. Entonces, en teoría, él no le debe nada.
Vamos a ver dos ejemplos de conversaciones de este estilo, la correcta y la incorrecta.
1) La incorrecta:
Él: - Mi amor, hoy voy a salir con los muchachos.
Ella:- Y yo? Qué voy a hacer aquí sola?
Él: - Ah ya vas a empezar!
Ella: - Ya vas a empezar tú! Es que no vale nada que me quede aquí toda la tarde esperándote, con la comida lista, la casa perfecta, para que vengas y me digas que vas a salir con los muchachos?????
Él: - Qué fastidio, tú nunca quieres que yo haga nada, no me dejas respirar!!!
Ella: -(llorando) Yo lo único que hago es quererte y así me pagas!!!
Final obvio: Él se va y ella se queda llorando.
2) La correcta:
Él: - Mi amor, hoy voy a salir con los muchachos.
Ella: - Ok, pero como seguro llegas primero que yo déjame un sandwichito preparado en la tostadora por si acaso vengo con hambre.
Final no tan obvio: El tipo se queda viendo con aquella cara de pánfilo y no le queda más remedio que prepararle su sandwich.
Espero que hayan captado el mensaje. El problema no es que dejamos de hacer nuestras cosas por un hombre, el problema es que simplemente NO QUEREMOS HACERLAS.
En cambio ellos, siempre tienen tiempo y disposición para sus amigos (lo cual no critico, al contrario)y empieza entonces el conflicto. Entonces ella dice que ya no sale con sus amigas, y que todo su tiempo es para él, que él no valora nada de lo que ella hace por él... pero ¿acaso él se lo pidió????? No!!!!!!!!!!!!!!. Entonces, en teoría, él no le debe nada.
Vamos a ver dos ejemplos de conversaciones de este estilo, la correcta y la incorrecta.
1) La incorrecta:
Él: - Mi amor, hoy voy a salir con los muchachos.
Ella:- Y yo? Qué voy a hacer aquí sola?
Él: - Ah ya vas a empezar!
Ella: - Ya vas a empezar tú! Es que no vale nada que me quede aquí toda la tarde esperándote, con la comida lista, la casa perfecta, para que vengas y me digas que vas a salir con los muchachos?????
Él: - Qué fastidio, tú nunca quieres que yo haga nada, no me dejas respirar!!!
Ella: -(llorando) Yo lo único que hago es quererte y así me pagas!!!
Final obvio: Él se va y ella se queda llorando.
2) La correcta:
Él: - Mi amor, hoy voy a salir con los muchachos.
Ella: - Ok, pero como seguro llegas primero que yo déjame un sandwichito preparado en la tostadora por si acaso vengo con hambre.
Final no tan obvio: El tipo se queda viendo con aquella cara de pánfilo y no le queda más remedio que prepararle su sandwich.
Espero que hayan captado el mensaje. El problema no es que dejamos de hacer nuestras cosas por un hombre, el problema es que simplemente NO QUEREMOS HACERLAS.
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