viernes, 10 de agosto de 2007

El otro día en el gym...

Me encontraba yo saliendo de la ducha, sin hacerle daño a nadie, cuando de pronto una conversación me alteró en exceso como suelen hacerlo este tipo de temas:

Ella: - Hola, cómo estás?
Yo: - Bueno, más o menos, saliendo de una gripecita.
Ella: - Ay yo estuve así también 10 días, por eso no había venido. Pero no fui al médico porque si me hospitalizaban ¿quién iba a cuidar de los niños?. (conste que la mujer trabaja todo el día igual que el esposo)
Yo: - Ah y eso? V. (su esposo) no está?
Ella: - Sí, pero la muchacha no ha ido y mi mamá está cuidando a mi abuela. (Noten la incoherencia de la respuesta)
Yo: -Bueno, entonces que te los cuide V.
Ella: - (Con cara de repugnancia) Eh, uhm, bueno, voy a darme un baño.

Entonces tomé mi celular e inicié una conversación ficticia con mi mamá por teléfono donde le decía que no le cocinara nada a mi bebé, que el papá llegaba a hacerle la sopa, a dársela, a cambiarlo y a acostarlo a dormir (que no es mentira) porque yo iba a salir.

Espero que se haya terminado de retorcer en la ducha.

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